sábado, 26 de febrero de 2011

Un día en Cosmobelleza

Este fin de semana tuve la oportunidad de asistir a Cosmobelleza, una feria dedicada a cuidados de estética, peluquería y belleza. Fui invitada por una amiga mía que forma parte de una academia de maquillaje de Barcelona.

Esta feria , edición tras edición, es celebrada en el recinto de Europa/fira, situado en l'Hospitalet de Llobregat. Y trata de reunir a profesionales del mundo de la belleza, estudiantes, interesados o curiosos que quieren conocer nociones sobre temas relacionados con la estética.

Además del paseo que se puede dar por el recinto, tienes la oportunidad de integrarte como modelo en alguno de los stands, de conocer nuevas técnicas de peinados y maquillaje o de comprar cualquier producto o pieza que necesites.

Es la primera vez que he asistido y he de reconocer que, a pesar de que no tengo muchas ideas sobre estética y demás, me gusta perderme, mirar y descubrir nuevas cosas. Creo que es una buena forma de aprender un poco más. Y hoy creo que así ha sido, he descubierto que existe todo un negocio que mueve todo este tipo de eventos y que congrega a muchísima gente. No solamente es la moda en cuanto a ropa, la que mueve a toda la sociedad y la que influye en los gustos de ella. También la belleza y las nuevas técnicas de estética nos impulsan a cuidarnos y a observarnos, físicamente más, cada uno de nosotros.

Me ha parecido muy curioso que cada vez más los hombres juegan un papel fundamental en este mundo. Antes el público al que se destinaba Cosmobelleza eran mujeres, pero ahora es notable cómo los hombres van ganando peso e influencia.  Y esto lo considero muy positivo. Posiblemente debido a la cantidad de hombres que en la actualidad desempeñan profesiones de estética, junto la número, también, de mujeres.

Medios de comunicación, fotógrafos, periodistas, blogueros o comunicadores también han estado presentes en el evento. No solo para dar información acerca del acto, puesto que es una de las ferias más importantes de este tipo en toda España, sino porque en la actualidad existen muchos portales, redes sociales, blogs, programas de televisión o revistas especializados en moda y en belleza. Este es un sector "in crescendo" en el gran ámbito de la cultura y que mueve a todo aquel a quien le interesa otro tipo de periodismo distinto al político, económico o deportivo.

Y es que, en mi opinión, debe haber ramas para todos los gustos. Como cada año asciende el número de profesionales, el mundo del periodismo tiene el deber de darnos cabida a todos. Y cada uno en su campo. Nunca tendría sentido dedicar tu vida a algo que no te apasiona.

Por último, recordar que hasta el lunes 28 permanecerá abierta la feria Cosmobelleza. Y me gustaría decir que es un buen lugar para perderte durante unas horas, conocer las últimas tendencias y, a la vez, divertirte observando cómo los estudiantes maquilladores y peluqueros muestran sus trabajos, la originalidad, la innovación y el arte que transmiten.

domingo, 20 de febrero de 2011

Descubriendo Milán

¿Quién puede resistirse a recorrer otros países que no conoces, todavía, y admirar todo lo que ellos envuelven? La gastronomía, la gente, su cultura, la lengua...son algunas de las marcas que caracterizan cada país. Hace dos meses estuve en Brujas y me encantó. Pero la semana pasada fue el turno de visitar Milán. Había estado otras veces en Italia pero nunca en Milán.

La verdad es que no es una de las ciudades italianas más bonitas, pero también tiene su encanto. Se trata más de una ciudad de negocios y de compras. Pero tiene cosas que hacer y atracciones que visitar.

Paseamos por todo el centro milanés. Desde la plaza del Duomo, pasando por las calles más centricas y  las galerías Vittorio Emanuele. El día siguiente nos acercamos a ver el Castello Sforzesco.

La verdad es que caminar por las calles, estrechas y un poco medievales, admirar la cantidad de gente que puedes cruzarte por las calles, la forma de conducir alborotada y a lo loco (tal vez esto tenga algo que ver con el carácter de los italianos), el clima y el frio que te rodea (Milán está muy cerca de los Alpes), te llena de magia y de gusto. Así es como mejor conoces una ciudad, intentar captar cada detalle y absorbir el máximo posible.

Tuvimos tiempo de disfrutar de la gastronomía, no únicamente las típicas pizzas y la pasta, ambas buenísimas, sino también otros platos típicos como carne o pescado. El objetivo era convertirnos durante cuatro días en lo más milaneses posibles. La vida nocturna también es muy interesante y divertida. La noche es larga y los más jovenes se reúnen en el centro alrededor de uno de tantos clubs que hay, para después ir a las discotecas.

Las costumbres de allí son muy parecidas a las españolas, pero tengo la sensación de que en Italia disfrutan más de la vida y de las cosas que hacen. Aquí en España creo que vivimos demasiado ajetreados.

Realmente, desde que el avión aterrizó ya me sentí cómoda y dispuesta a disfrutar de los cuatro días. Las llegadas siempre son más felices que las vueltas; la ilusión, la incertidumbre, las ganas... Italia me tiene enamorada, es uno de los países que más me gusta, así que sé que no tardaré en volver.

Hasta entonces me quedaré por Barcelona, descubriéndola pasito a pasito.